La idea era regalar unas plantas aromáticas para las profesoras del peque, y así él mismo pudo colaborar también en prepararlo. Cogimos la caja de fresas y le dimos unas capas de pintura en spray de color blanco y dejamos secar. Una vez seco, con ayuda de los niños fuimos pegando diversos adornos que teníamos en goma eva y fieltro: flores, letras, etc... decorando así la caja a su gusto.
Una vez pintada y decorada colocamos una cartulina grande en el interior de la caja. ¡Ya la tenemos lista para llenar! Colocamos en su interior nuestras macetas (con una pinza con pizarra como letrero para indicar lo que era cada una) y ¡ya lo tenemos listo para regalar!
Como toque final le añadimos una postal deseando un buen verano a las profes que pintaron los peques y lo envolvimos en papel celofán decorado.
¡Más fácil imposible! ¡Espero que os haya gustado!
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